lunes, 7 de abril de 2014

Prisión Isla San Lucas

En esta cárcel se encontraban los reos más peligrosos de Costa Rica, este lugar tiene una historia de torturas y riqueza natural. Cuenta con 472 hectáreas y se ubica en Puntarenas.

Historia:


Ronald Montero, un guía de la isla San Lucas, ha explicado que la cárcel comenzó a funcionar bajo las órdenes del dictador Tomás Guardia (1831-1882). En un principio, allí se enviaba a los "políticos indeseables" y luego a los delincuentes más violentos del país. En cada una de las siete celdas del presidio estaban recluidas hasta 70 personas que dormían en el suelo y que tenían derecho a una hora de sol al día. Hasta 1950, los reos que desobedecían las órdenes recibían castigos en dos lugares conocidos como "el hueco" y "la plancha". Era común escucharles gritar y pedir auxilio, ha aclarado Montero durante un recorrido por el sitio. "El hueco", ha comentado el guía, es un hoyo de dos metros de profundidad en el patio común, al cual se ingresa por un pequeño espacio donde apenas cabe una persona, pero que debajo alberga un recinto de nueve metros de diámetro, donde la temperatura alcanzaba los 60 grados centígrados. Según Montero, "la plancha" era una especie de celda a la que se enviaban presos revoltosos y donde se combinaba el agua de lluvia y las aguas negras, además de la cal lanzada por los guardas para evitar malos olores, lo que convertía el espacio en un coctel químico insoportable. El principal relato de lo que ocurrió en esa cárcel se recoge en en la novela "La isla de los hombres solos", publicada en 1972 por el costarricense José León Sánchez, quien estuvo preso ahí entre 1950 y 1988 y que conoció la versión de hombres que estaban encarcelados por años.

Uno de los principales atractivos de la cárcel son los cientos de escritos que se aprecian en las paredes de las celdas, así como grandes dibujos con alto contenido sexual, hasta uno sobre el exfutbolista brasileño Pelé. Dos de los dibujos más representativos de las paredes de la cárcel son los conocidos como "La chica del bikini rojo" y "La chica del consuelo", dos obras de tamaño real que representaban bellas mujeres y con las que los reos fantaseaban. Según Montero, la del bikini rojo tiene trazos hechos con sangre de una enfermera que atendía a los reos y que fue asesinada por ellos mismos, aunque esa versión no ha sido comprobada. Todas estas historias forman parte del tour que los turistas realizan en la isla, pero además es posible caminar por el bosque tropical seco que rodea la antigua cárcel y que desde 2001 constituye el Refugio de Vida Silvestre Isla San Lucas. La isla posee sitios arqueológicos indígenas, una enorme biodiversidad, así como exhuberantes playas donde existió el interés de construir complejos hoteleros. Esa iniciativa fue descartada por el Gobierno en el 2003 con el fin de conservar la naturaleza de esta zona de pasado oscuro para un país reconocido por la protección de los derechos humanos. (Marín)



·         Marín, D. (s.f.). ElPaís.cr. Recuperado el 06 de 4 de 14, de http://www.elpais.cr/frontend/noticia_detalle/7/73497

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